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  • Hache

¿Kylian o Erling?

En estas últimas fechas, este polémico debate está ocupando gran parte de la prensa deportiva internacionalmente. Los medios se preguntan y debaten sobre qué fichaje beneficiaría más a los intereses de un club como el Real Madrid; y sólo existen dos candidatos para la vacante que en su día dejaría libre Cristiano Ronaldo: Kylian o Erling; la estrella o el goleador; el niño maravilla o el animal; el amor platónico de Florentino o su nueva ilusión; en conclusión, Mbappé o Haaland.

Desde mi punto de vista, nos encontramos ante dos grandes futbolistas que pueden marcar un antes y un después en la historia de este deporte si las lesiones les respetan y su carrera no se trunca. Ambos poseen características similares: la juventud es su mayor atractivo, dos futbolistas a los que mínimo les quedan ocho años a su máximo nivel; dos futbolistas que tienen hambre y ambición; los dos cumplirían un sueño vistiendo la elástica madridista; y, por último, ambos darían, sin duda, un salto de calidad a la escuadra de Chamartín.

Por otra parte, a pesar de la división clara (en los medios) entre los que se decantarían por el noruego y los que optarían por el francés, si nos ceñimos a la realidad madridista, decantarse por uno de ellos, en estos momentos, debería ser una decisión sencilla.

Seamos claros, el Real Madrid Club de Fútbol se sitúa en tercera posición; Sergio Ramos fue el máximo goleador de la pasada campaña, en la que los blancos consiguieron hacerse con el título liguero, es cierto, pero enfrentándose al peor Barça de la historia tras el confinamiento; además, un equipo al que un recién ascendido, el Cádiz, ha sido capaz de vencerle como visitante en Valdebebas.

Las notables deficiencias del Madrid están claras: por un lado, la incapacidad técnica y táctica de un entrenador al que podríamos dedicarle otro artículo; y, por otro lado, y este problema es en el que nos deberíamos centrar en este momento, la falta superlativa de gol.

Esta falta de gol se debe, ni más ni menos, a la falta de un nueve; el Madrid de Cristiano podía permitirse jugar sin un delantero centro puro, porque tenía un jugador, el anteriormente citado, capaz de anotar la escalofriante cifra de 50 goles por temporada. Sin embargo, tras la marcha de el luso, se hicieron inversiones (desde mi punto de vista, muy cuestionables) en futbolistas jóvenes con mucha proyección, como Vinicius, Rodrigo y compañía; y en una “estrella” como Eden Hazard; ambas planificaciones deportivas no han llegado a fructificar en Chamartín.

Profundizando en el fichaje del belga, entrecomillo estrella porque la esperanza del madridismo era que este jugador hiciera olvidar a CR7 y, siendo sinceros, nada más lejos de la realidad.

Es cierto que las lesiones no han sido benévolas con Eden, pero dejando de lado esta obviedad, no podemos olvidar la realidad fundamental de que este chico, a pesar de ser un gran futbolista (desequilibrante, regateador, capaz de poner en pie cualquier estadio de Europa, de los que gusta ver por el Santiago Bernabéu,…), nunca ha sido un goleador, entonces, por qué se pretendíamos que cambiara su perfil futbolístico en el Real Madrid.

En fin, la planificación deportiva de los blancos en estos últimos años deja realmente mucho que desear.

Retomando el tema central, si la decisión recayera sobre mis manos, contra todo pronóstico me decantaría por el noruego sin dudarlo un instante.

Es cuestionable que, en un futuro, el descarte de Mbappé por parte del Real Madrid pudiera perjudicar en cuantía al club. Pero, desde mi punto de vista, los blancos se encuentran ante un problema que deberían solucionar cuanto antes. Y, sin duda, la solución para el mayor problema del club blanco tiene nombre y apellidos: Erling Haaland.

El noruego aportaría algo de lo que carece el Real Madrid por completo: gol. Esas tres letras que separan un equipo campeón, de otro que, por el contrario, se queda a las puertas de la gloria, o incluso, ni siquiera entra en la pugna por algún título; esa palabra, esa grandiosa palabra está grabada a fuego en el rostro hierático del bueno de Erling. Pero no sólo aportaría gol al Real Madrid, este joven sería capaz, en mi opinión, de contagiar al resto de la escuadra madridista de su insaciable hambre y voracidad por querer más y más, que creo que, tras la consecución de las tres champions, es un aspecto a mejorar por parte de los chicos de Zidane.

Por otra parte, hablemos de Kylian, es cierto, indudablemente que si nadie se lo impide será el mejor jugador del mundo durante su carrera futbolística tras la era Messi-Cristiano. Y, tras esta afirmación, os preguntaréis: ¿entonces, por qué no optar por Kylian?, ¿por qué el Real Madrid no debería fichar a Mbappé? Kylian es eso, una estrella, un jugador que sin duda dejará huella en la historia de este deporte, sin embargo, esto no implica que fuera capaz de solucionar el problema blanco. El Real Madrid necesita gol, y cuando haya conseguido este factor fundamental en la práctica de este deporte, podrá valorar si puede fichar al crack francés.

Si a un jugador como Mbappé se le exigen los 50 goles de Cristiano, no sería capaz de brillar o de exponer su fútbol que es absolutamente fascinante, pero no tiene el ADN goleador del luso o, sin ir más lejos, del noruego.

En conclusión, ¿una combinación entren la fantasía francesa y la agresividad noruega? Sería lo mejor que le podría pasar al club blanco, sin lugar a dudas, pero como diría cualquier abuelo de España: “lo primero es lo primero”.


19/10/2020


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