top of page
Buscar
  • Hache

¿Un futuro en nuestras manos?

Buenas noches, nos encontramos a 31 de octubre de 2020. Sí amigos sí, 2020, posiblemente uno de los peores años en el ámbito de la salud y la economía históricamente para el conjunto de la sociedad.

El 2020 es un año maldito, fatídico… pero, sin lugar a dudas, nosotros le hemos doblado el protagonismo y, a la vez, le hemos dotado de un antagonismo que no se le corresponde al 100%. Es innegable que el maldito virus nos ha cambiado la vida y nos la ha empeorado notablemente, pero por favor seamos conscientes de que casi 36.000 personas, en nuestro país, han perdido la vida a causa de esta pandemia.

Esas 36.000 personas conllevan 36.000 familias, amigos, allegados, parejas,… que han quedado totalmente desolados por el fallecimiento de sus seres queridos, y a pasar de ser conscientes de ello, a nosotros nos da igual, ¿en serio?

De verdad pretendemos que la famosa “Generación Z”, a la que se relacionaba con nuestro futuro, se encargue de mantener el desarrollo de España. Es vergonzoso, vergonzoso que nos dispongamos a desprestigiar, reprender, insultar y juzgar la actitud de nuestros políticos ante esta situación, que realmente está siendo inadecuado, por redes sociales. Pero… ¿hemos sido capaces de mirarnos el ombligo?, acaso no somos conscientes de que cualquier terraza que observemos de Madrid no cumple con las normas de seguridad, de que cada fin de semana se celebran multitud de fiestas ilegales,…

Es realmente deplorable ver, como ya he citado antes, una terraza en la que nadie cumple las normas de seguridad. Porque sí amigos, sí, en las terrazas NO se cumplen las normas de seguridad. Debemos pensar que por estar al aire libre o tomando algo ya estamos exentos del uso OBLIGATORIO, recordemos: obligatorio, de la mascarilla. De verdad me pregunto si es tan difícil retirarse la mascarilla unos segundos para beber o comer o volvértela a poner, si es tan difícil, que por lo que veo sí lo es, me ofrezco encarecidamente a daros unas clases particulares de cómo realizar este complejo movimiento…, eso sí, las clases por zoom, porque hay Covid, recordad.

Día a día, y hablo obviamente desde mi visión, veo adolescentes sin mascarilla: por la vía pública; asistiendo fiestas (ilegales); en terrazas, parques y demás; y dándose besos, abrazos y demás muestras de cariño muy poco recomendables teniendo en cuenta que nos encontramos ante la pandemia con mayor tasa de mortalidad de la historia. Me parece patético de verdad…

Y lo más lamentable de todo es que cuando se recrimina a alguien la negativa al uso de la mascarilla,


podemos fácilmente encontrarnos con una respuesta hostil e incluso agresiva.

Pero hay determinadas cosas que no logro comprender, acaso no reprobamos con la mayor dureza a un asesino que acaba con la vida de una persona, un conductor en estado de embriaguez que atropella mortalmente a algún peatón o un agresor que deja en un estado crítico a su víctima, pero…cuando vemos a alguien sin mascarilla o incluso nosotros mismos no la portamos nos parece normal, ¿verdad?. Acaso no somos conscientes que ese acto de irresponsabilidad puede causa


rle a una persona el fallecimiento, un deterioro notable o unas secuelas importantes, entonces por qué no juzgamos con la misma dureza a esas personas que son, sin duda, homicidas y agresores aunque sea de una manera indirecta.

Muchos alegan que nos están robando la adolescen


cia (el verano en Gandía o Mallorca repleto de fiestas, los festivales, los jueves universitarios, los botellones, las fiestas de los pueblos,…), que nos están coartando de una vida caracterizada por la diversión, las noches de locura y la despreocupación generalizada, y estoy totalmente de acuerdo con estas afirmaciones pero, ay amigos ay, esto es 2020, y en 2020 las cosas no son como esperábamos y quién no lo entienda, sinceramente, debería hacérselo ver.

Tras escuchar estas alegaciones y excusas, utilizadas por una gran mayoría de adolescentes para justificar su incompetencia y egoísmo ante el contexto internacional, tengo dos preguntas muy sencillas: ¿pero vosotros qué os creéis?, ¿de qué vais?

¿Pensáis que yo no tengo ganas de irme de fiesta?, ¿que tras llegar fechas tan festivas habitualmente como San Isidro, las fiestas de mi barrio o Halloween no he tenido ganas de salir de fiesta, pasarlo bien y hacer todo lo que haría si la situación no fuera la que es? Pues sí gente sí, soy humano y soy adolescente, y como a todos me horroriza no poder volver a la vida pre-covid. Y por ello, me parece una falta de respeto hacia mi, hacia los pocos (muy muy pocos) adolescentes que respetan las medidas impuestas por el ministerio de Sanidad, pero sobre todo a las casi 36.000 personas que han perdido la vida en esta pandemia y a sus seres queridos.

Para ser sinceros, esperaba que con este escrito, algunos fuerais capaces de recapacitar, pero si tras multitud de fallecimientos no lo habéis comprendido, cómo vais a comprenderlo con un mero texto, ¿no?, que iluso. Así que me conformo con que esto llegue al mayor número de personas posibles, para que ya que no van a tomar consciencia de su reprobable actitud, al menos, se den cuenta de que no, no somos el futuro, no somos nada, simplemente somos egoísmo en su máxima expresión.


Este escrito se firma con Hache; pero podría firmarlo cualquier adolescente solidarizado o concienciado ante el panorama social.


15/11/2020


Fuente: https://www.vozpopuli.com/espana/fiesta-ilegal-barcelona-coronavirus_0_1420658380.html




12 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page